octubre 12, 2010

Devocional 12 de Octubre


Juan 6:41-59

MURMURAR significa “Hablar entre dientes, manifestando queja o disgusto por alguna cosa”.
Murmuraban de Jesús porque él había dicho que descendió del cielo, cuando en realidad lo habían visto crecer entre ellos y conocían tanto a José como a María sus padres. La crítica que le hicieron aparentemente tenía fundamento, pero en el fondo mostraba su total ignorancia sobre la obra del Espíritu Santo en María su madre antes de su nacimiento. Jesús estaba diciéndoles la verdad, pero ellos no creían en sus palabras por las aparentes evidencias en contra que tenían. De aquí aprendemos que debemos cuidarnos de criticar sin conocer a fondo los hechos.

"Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajera"
Cuando alguien comienza a tener inquietudes espirituales y busca a Jesucristo hasta encontrarlo y recibirlo como Salvador, está dando claras evidencias que Dios lo ha elegido.
Y es que es Dios el que obra por medio de su Santo Espiritu para convencer al pecador:
Juan 16:7-8
Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.
8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.

Dios Padre Obra Por Medio de Dios el Espiritu Santo, para llevar el Pecador a los pies de Dios Hijo, todo esto para Gloria del Padre.

¿Qué enseñanza tenían los judíos sobre la sangre? ¿qué impresión les habría causado estas enseñanzas de Jesús?
Los judíos tenían prohibido comer carne con sangre, porque consideraban a la sangre como la vida misma. Dios había dicho a Noé “Pero carne con su vida, que es su sangre no comeréis. Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre.” (Génesis 9:4-5) Y cuando Dios estableció la ley para Israel dijo: “Estatuto perpetuo será por vuestras edades, dondequiera que habitéis, que ninguna grosura ni ninguna sangre comeréis.” (Levítico 3:17) “Además, ninguna sangre comeréis en ningún lugar en donde habitéis, ni de aves ni de bestias. Cualquiera persona que comiere de alguna sangre, la tal persona será cortada de entre su pueblo.” (Levítico 7:26-27) “Por tanto, he dicho a los hijos de Israel: Ninguna persona de vosotros comerá sangre, ni el extranjero que mora entre vosotros comerá sangre...Porque la vida de toda carne es su sangre...” (Levítico 17:12,14) Por eso, cuando oyeron decir a Jesús que debían comer su carne y beber su sangre para tener vida eterna, se escandalizaron y no lo podían aceptar. Lo que Jesús les estaba diciendo iba directamente en contra de todo lo que ellos creían y que sabían que era un mandamiento estricto de Dios.

¿Qué quiso decir Jesús “el que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna”? ¿qué significa comer a Cristo?
Comer la carne de Cristo y beber su sangre, significaba recibirle como nuestro Salvador. Que su vida entre en nuestra vida, que su presencia esté dentro de nosotros, es una experiencia que va más allá de las cosas materiales como comer y beber. El apóstol Pablo aclara este punto con un plumazo diciendo “porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.” (Romanos 14:17)

¿Ya tienes a Cristo como tu Salvador Personal?
Si No es así te invitamos a Pedirle Hoy Mismo que Perdone tus pecado, entre en tu vida y te de la vida eterna.

¿Estoy Orando para que el Espíritu Santo de Dios obre para salvación en mis amigos y familiares inconversos?

¿Que valor le doy a la Sangre de Cristo, derramada por mi?

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