septiembre 10, 2010

Devocional del 10 de Septiembre


Mateo 6:16-24

AUSTERO significa “de cara triste, sombrío”
El ayuno pierde su valor cuando la gente se da cuenta que estamos ayunando. “unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas”

En tres áreas debemos tener cuidado: Primero en la ayuda a los necesitados, segundo, en la oración y tercero, en el ayuno. La limosna, la oración y el ayuno fueron considerados como los pilares de la piedad. Solamente las cosas que son de mucho valor se falsifican. Jesucristo nos exigió una justicia mayor que la de los escribas y fariseos. Él quiere autenticidad y secreto en estas tres áreas, porque es la única manera que recibiremos recompensa de parte de Dios.

En Lucas 12:32-34 nos dice Jesús cómo se puede depositar el dinero en el cielo: “Vendan sus posesiones y ayuden a los necesitados, fabriquen de esta manera un tipo de bolsa que jamás envejece, un depósito inagotable en el cielo, donde los ladrones no se acercan ni las polillas arruinan.” (Trad. Libre)

Tener el corazón en algo, es poner allí toda la atención, el interés, los desvelos, la preocupación, el cuidado y esfuerzo para que no se nos eche a perder, se deteriore o destruya. Si amamos a Dios y realmente valoramos nuestro depósito en el cielo, no cabe duda que trataremos de incrementarlo más y más. Si, por el contrario, valoramos más nuestras posesiones aquí en la tierra, haremos lo que hace todo el mundo: hacer tesoros aquí en la tierra.

Todo lo que atesoremos en esta Tierra esta expuesta a deteriorarse o a ser Hurtado, las Ganancias celestiales, al invertir en las almas de los hombres y la palabra de Dios, dan requisas eternas y seguras.

Los ojos son como las ventanas por donde mira el alma. Si esas ventanas están limpias todo se verá luminoso pero si están oscuras o sucias todo se verá negro. Es parecido al refrán “depende del color de los cristales con que se mire”. El color tiñe nuestra visión y aunque veamos lo mismo que ven los demás, interpretaremos los hechos de manera diferente. El que no tiene luz y su visión está empañada por la duda dirá “yo no creo esto”. El que tiene oscurecida su visión por el egoísmo dirá “yo no veo que exista el amor aquí”. El que está en la oscuridad del enojo y el rencor dirá “no puedo perdonar, me van a pagar por esto” Pero si la ventana está clara y limpia la luz penetrará hasta lo más profundo trayendo un gran sentimiento de gratitud, de paz y gozo que no se podrá disimular.

Vemos aquí que no se trata de tener o no más de un patrón, o más de un trabajo, sino que nadie puede tener dos lealtades. Por un lado Dios nos pide toda nuestra lealtad “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”. Pero por otro, nuestro deseo de poseer más y más nos consume la vida de tal manera que las cosas de Dios quedan en segundo lugar. Por eso Jesús le da un nombre a las riquezas: “Mammón” y significa “hacienda, objetos valorables en dinero, ganancia” e incluye emociones tales como “amor y aborrecimiento, estima y menosprecio”. El que ama a Mammón le cuesta ser generoso, dadivoso porque quiere tener más y más, sin embargo, el que ama a Dios, ama también a sus hermanos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario