septiembre 04, 2010

Devocional del 4 de Septiembre


Mateo 5:21-26

¿Que Pasa cuando los creyentes nos enojamos con algún hermano?

Jesús había dicho anteriormente que el no venia a abrogar (eliminar, destruir) la Ley vs.17, muy por el contrario, él la Cumplió a cabalidad y ahora con autoridad nos da sus enseñanzas, aun mas elevadas que las de la Ley: " Oistes que Fue Dicho... Pero Yo os digo..."

¿A que se Refiere cuando dice que seremos culpables de Juicio?
Esta expresión significa que será llevado ante un tribunal para ser juzgado por el homicidio cometido. En todas las aldeas y pueblos existían tribunales locales, compuestos por consejos de ancianos. Los temas de menor importancia eran tratados por tres personas y, a veces, por siete. Pero cuando se trataba de un homicidio, el tribunal se componía de 23 miembros y podía dictar sentencia de muerte.

Existen diferentes maneras de enojarse y algunas de ellas no son pecaminosas. Jesús mismo se enojó en más de una ocasión pero jamás cometió un pecado. La palabra significa “enojarse con ira, con deseos de venganza, retribución, castigo; cólera”. Cuando uno se llena de tanta ira que tiene deseos de aplastar, destruir o matar a una persona, es un crimen igual al asesinato. Para Jesús la intención es igual al hecho, por eso los coloca en el mismo nivel.

La palabra que se traduce por “necio” era “raká” que significa “cabeza hueca”, “hombre inútil” “canalla” “estúpido”, “imbécil”.
“Fatuo” significa: “tonto” “idiota” “impío”, quedará expuesto al gehena. Se llamaba con este nombre al lado sur de la ciudad de Jerusalén donde desde el reinado de Josías se arrojaban allí los cuerpos de animales muertos y de los criminales ejecutados, y se mantenía el fuego siempre encendido para consumirlos.

Jesús hace énfasis aquí en que cada palabra necia de nuestra boca, sera juzgada.

¿Qué diferencia hay entre “dejar” la ofrenda delante del altar y “presentar” la ofrenda?

Jesús se está refiriendo a la ofrenda del holocausto que era quemada en el altar. El israelita podía llevar un cordero como ofrenda y dejarlo allí, esperando su turno para que el sacerdote lo sacrifique. En ese ínterin, Jesús enseñó que debe dejar la ofrenda allí delante del altar, reconciliarse con el hermano (a quien probablemente trató como imbécil o tonto) y solo después de haberlo hecho, presentar la ofrenda a Dios. Presentar la ofrenda es entregarla al sacerdote para que lo ofrezca a Dios en sacrificio.
Esta enseñanza puede aplicarse a la iglesia cuando traemos y presentamos nuestras ofrendas cada domingo, o durante la Santa Cena, para que vivamos siempre reconciliados con nuestros hermanos.

¿Hay algún hermano al que yo haya ofendido?
¿Alguien con quien necesite reconciliarme?
¿Como puedo aplicar este pasaje a los conflictos de la vida?

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